Primero, un poco de historia. San Antonio era portugués, de cachorro fue comisionado para luchar contra la herejía cátara –seh, esos mismos que lucharon en la fortificación de Carcassonne– y palo va, palo viene, termina misionando en Padua por encargo del mismísimo San Francisco. Cuenta la leyenda que era muy buen orador, sereno, convincente, todos los querían, era lindo, jovencito y se murió pronto. También cuenta la leyenda que al corromperse el cadáver, la lengua siguió intacta porque la palabra era su don divino. (more…)